PALABRAS DE LA VIRGEN A LOS VIDENTES DE FATIMA
-VENGO A DECIR AL MUNDO
QUE NO PEQUEN MAS-
--- Es preciso que se en enmienden, que pidan perdón de sus pecados.
--- Que no ofenda más a Nuestro Señor, que ya está muy ofendido.
--- Quiero decirte que Soy Nuestra Señora del Rosario; que continúes rezando el
rosario todos los días.
- - Rezar, rezar mucho, y haced muchos
sacrificios por los pecadores, pues van muchas almas al infierno, por no haber
quien se sacrifique y pida por ellas.
Habéis visto el infierno, a donde van las almas de los pobres pecadores;
para salvarlos, quiere Dios establecer en el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón
El Segundo Secreto de Fátima
La horrorosa visión del infierno que
tuvieron los niños el 13 de Julio constituye el
Segundo Secreto de Fátima. La Virgen
santísima dijo Luego a Lucia:
“Habéis visto el infierno, donde van
las almas de los pobres pecadores. Para
salvarlas. Dios quiere establecer en el mundo la devoción a mi Corazón
Inmaculado. Si se hace lo que yo os diré, muchas almas se salvaran y se tendrá
la paz. La guerra terminara; pero si no se cesa de ofender a Dios, bajo el
reinado de Pio XI comenzara otra peor.
Cuando veáis una noche iluminada por
una luz desconocida, sabed que es la gran señal que Dios os da de que va a
castigar el mundo de sus crímenes por la guerra, el hambre y las persecuciones
contra la Iglesia y las persecuciones contra la Iglesia y contra el Santo
Padre.
Para impedir esto vendré a pedir la consagración
de Rusia a mi Corazón Inmaculado y la comunión de los primeros sábados del mes.
Si se escuchan mis peticiones, Rusia se
convertirá y se tendrá la paz. Si no, ella (Rusia) propagara sus errores por el
mundo, provocando guerras y persecuciones contra la Iglesia. Los buenos serán
martirizados, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir; varias naciones serán
aniquiladas.
(En este lugar sigue el Tercer Secreto, ver capitulo IV/C/2)
Pero finalmente, mi Corazón Inmaculado
triunfara, el Santo Padre me consagra Rusia que se convertirá, y un tiempo de paz
será dado al mundo. En Portugal se conservara siempre el dogma de fe, etc.
(sic). No digas esto a nadie; a Francisco podéis decírselo”